No os he contado nada sobre él, pero trabaja en un gym, así que lo veo cuando voy al gym y coincide que él está. Hoy cuando llegué, al entrar lo vi al fondo de la sala, suelo mirar siempre, pero luego me hago la interesante y sigo mi camino. También estaba su jefe, así que me detuve a hablar con él por cortesía como hago siempre y seguí a los vestuarios. Cuando salí seguía su jefe por ahí, así que opte por caminar un rato en la cinta esperando a ver si se iba. Por fin llegó el momento, su jefe se marchó a comer y yo entré a los vestuarios, cogí las napolitanas de la taquilla y fui directa a la barra de la cafetería. No es un gimnasio muy grande así que los monitores de sala se encargan también de atender la barra. Él era el único que estaba trabajando en sala, con lo cual seguro que sería él quien me atendiera. Puse las napolitanas en la barra y miré la pantalla de la tele con interés (mientras esperaba que viniera) aunque no me interesaba para nada lo que estaban dando, un documental sobre los cocodrilos en no se donde. Llegó a donde yo estaba y se puso en frente y me miró a los ojos. Yo lo miré y le dije con una sonrisa en los labios, "Tu merienda". Se me quedó mirando, sonriente como siempre. Y cuando no esperaba que dijese nada soltó, "Te comería".
Hago un alto en la historia. ¿Qué me comería dice? No me lo creo, ¿Eso que significa? ¿Alguien me lo puede explicar?
¿Qué respondí yo? Ejem... "A mi no, a las napolitanas" ¿Te lo puedes creer? Debería haber dicho algo así como, ¿Por qué no lo haces? algo atrevido, pero NO. Volvió a sonreir, las cogió de la barra y entró a guardarlas. Yo regresé a la bici y me arrepentí de no haber dicho otra cosa. Pero que le vamos a hacer. Mañana no lo veré, así que ya que es un blog medio de cocina, os colgaré la receta completa de las napolitanas, con fotos incluidas.
Hasta Mañana!!!!
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